La frágil industria de la Alta Costura va a perder a una de sus marcas habituales en sus próximas temporadas: Versace ha decidido quedarse fuera de la semana de Couture, según un comunicado de la firma italiana.

El Atelier Versace, que no está radicado en Francia, es un miembro corresponsal de la Cámara Sindical de la Alta Costura en lugar de un vendedor oficial. Sin embargo, su ausencia será muy sentida, pues Versace normalmente celebraba la apertura de la Semana de Costura cada temporada y lo hacía con un alto perfil de modelos como Gigi y Bella Hadid, Irina Shayk y Karlie Kloss.

Desde la marca justifican este cambio de dirección en que se quieren centrar en una “estrategia orientada a los clientes” en todo el mundo, que ofrecerá presentaciones privadas acompañadas de “elegantes cócteles y cenas”.

Suena como si la costura fuera la última víctima de los cambios de la industria de la moda. En lugar de recortar Versus Versace o combinar ropa de hombre y mujer en una pasarela para reducir desfiles (algo que la misma Donatella dijo que nunca haría), la marca ha decidido que puede renunciar a la alta costura.

No es sorprendente. Alfombras rojas y alta costura a menudo persiguen el mismo propósito: vender cosméticos (relativamente) más asequibles, fragancias y accesorios para las masas. La diferencia, por supuesto, es que mucha más gente ve las colocaciones de alfombra roja en celebridades, un método de marketing que puede ser significativamente más barato que montar un desfile de costura.

©Fashionista

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