Si algo caracteriza la moda americana -y perdónennos, por americana queremos decir de los Estados Unidos- es que es más práctica, mucho más ponible. Dejan de lado el excentricismo, más propio de Londres, y el gusto por lo artístico, más vinculado a la moda francesa. En la pasarela neoyorquina, el diseñador de origen nepalí Prabal Gurung no desentona pues, a pesar de su interiorizada tendencia al enriquecimiento textil, crea diseños pulcros, de líneas sencillas.
El pasado 8 de septiembre presentaba su colección para la próxima primavera-verano (2013) que se resume en tres colores, blanco, negro, rojo, a excepción del lugar cedido al azul grisáceo. Tanto los tonos como los estampados de sus propuestas beben del trabajo del escultor indio Anish Kapoor, comprensible por la ensoñación de sus volumétricas creaciones. Así, las aproximaciones arquitectónicas de Kapoor se insinúan en las construcciones de los patrones de Gurung.
Un despliegue de 39 looks que se salpicaban, no todos, de estampados gráficos simétricos. Algo que se ha ido estandarizando sobre las pasarelas en las últimas temporadas. Nos han conquistado los juegos de capas expresados en transparencias y opacidades. Y los volantes, que son ya un sello de identidad en Prabal Gurung. Aquí se presentan en disposición simétrica y fluida, algo que por momentos da la sensación de un movimiento acuoso.
Aunque en las propuestas de Prabal Gurung para el próximo verano hay algún destello acertado, la colección en suma resulta reiterativa con respecto a sus anteriores desfiles. Nos deja con expectativas de mayores riesgos que en él son posibles.
