Durante el día de hoy una de las noticias más comentadas -y es que mejor esto que hablar de la crisis- ha sido el espectáculo de la Super Bowl protagonizado por Madonna, simulando la aparición de una especie de cleopatra con su séquito en el campo durante el descanso de la final. La ambición rubia, cuando todos nos preguntábamos donde se había metido, ha vuelto a demostrar que sigue en plena forma (aun a sus 53 años) y que nadie le va a arrebatar el trono. Aparte de dejar a todos boquiabiertos con el ritmo de un espectáculo de más de 15 minutos, Madonna ha regalado imágenes para la posteridad luciendo un Givenchy, firmado por Riccardo Tisci y creado en exclusiva para este evento: un vestido de inspiración clásica entre romano y egipcio, con capa y un casco-corona compuesto por cristales cosidos a mano.
Aparte del espectáculo entre los espectáculos, hay que rebobinar un poco atrás y repasar el broche cierre de la MBFWM con la decimocuarta edición del EGO, donde los jóvenes talentos, la nueva fuerza creativa de la moda española -que podría pisar más fuerte si les hicieran más hueco- presenta sus propuestas. Un ramillete de diseñadores sacaron a la pasarela sus sorprendentes colecciones para el otoño-invierno de 2012/2013 y entre ellos, Moisés Nieto se llevó el premio L’Oréal por su colección Virginia inspirada en los conventos, en blanco, negro y marrón, colmada de imaginería religiosa y con una confección rigurosa. Felicidades por conseguir diferencia con una aguja de reminiscencias clásicas.
