Continuamos con nuestro resumen personal de París. En su pasarela también estuvieron los diseños de Nicolas Ghesquière para Balenciaga, cuyo desfile quizá quedó eclipsado por la vuelta a las pasarelas de Hedi Slimane y el primer desfile para Christian Dior de Raf Simons. Pero, sin duda, Ghesquière es uno de los diseñadores imprescindibles. Con sus ya características estructuras, con mucho apresto, se centró en los volantes y en los largos cortos, algo a lo que no nos tiene muy acostumbrados, con crop tops y minis. Su trabajo con los tejidos y texturas es siempre admirable.
Givenchy por Riccardo Tisci también se decantó por los volantes y por unas siluetas inspiradas en los clásicos de Hubert de Givenchy, fundador de la maison, y a la vez de aires monacales, con líneas rectas y largos comedidos. Una labor de costura perfecta.
La hermana pequeña de Prada, Miu Miu estuvo también en la Paris Fashion Week. Allí llegaron sus mujeres intelectuales que esta vez se miraban en las divas del cine de los 50: faldas lápiz a media pierna, mangas tres cuartos, largos guantes de cuero, estolas de piel… Como suele ocurrir, las colecciones de Miu Miu apetece ponérselas.
Mañana terminaremos nuestro resumen de la Paris Fashion Week con algunos de nuestros diseñadores favoritos como Alber Elbaz (Lanvin) y Dries Van Noten.