Moisés Nieto se llevó los aplausos unánimes de la pasada edición (de invierno) de la pasarela madrileña. Y con ellos, el premio a su talento, el llamado premio L’Oréal Paris a la Mejor Colección de Ego. La semana pasada volvió a demostrar cuánto se merecía aquel galardón. Lo hizo en el off de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid en el marco del edificio de Telefónica en la Gran Vía madrileña.
El paisaje futurista de este espacio se vio conquistado por elegantes piezas inspiradas en los colores del Mediterráneo oriental. Por un lado, los azulejos de Turquía se transformaron en estampados sobre distintas prendas. Por otro, los tonos arenas y blancos, como el desierto y la luz de Egipto. Esta inspiración oriental, sin embargo, era sencilla en sus formas, en gran parte influidas por los trajes típicos de los bailarines derviches de Turquía. Interesantes son los juegos de oposición de texturas en muchos de sus diseños, como el neopreno junto al raso, cuyo enfrentamiento se marca con los plisados que se convierten en uno de los leitmotiv del patronaje.
Al final del desfile, sorprendió la aparición de Nieves Álvarez con un vestido blanco con apliques de Pandora. No en vano la modelo es imagen de la firma. El vestido con flores recortadas y abalorios nos recuerda a uno de esos diseños de Riccardo Tisci para Givenchy, una maravilla. Como toda la colección.
