La hermana de la novia, algunos familiares cercanos y sobre todo, realeza europea e invitados de los gobiernos sobresalieron ayer por su elegancia y distinción, aun por encima de la mayoría de los miembros de la familia real británica. ¿Qué les ocurrió a las hijas de los Duques de York para elegir un atuendo tan poco acertado? Bueno, el gusto no entiende de jerarquías.
Pippa Middleton, la hermana de Kate ahora Duquesa de Cambridge, fue una de las más admiradas ayer en Londres. Fue la única dama de honor y su labor como acompañante para colocar la cola del vestido, fue discreta y perfecta. Le robó algo de protagonismo a la novia porque también estaba radiante, de blanco con un vestido de inspiración Belle Époque, de corte sirena y marcado doble escote con larga abotonadura en la parte posterior, perteneciente a la colección prefall de Alexander McQueen.
Entre las invitadas más elegantes: Miriam González, la esposa del viceprimer ministro Nick Clegg, vestida de Miguel Palacio; Victoria de Suecia que lució un vestido de Elie Saab; Charlene Wittstock, la prometida de Alberto de Mónaco, con un abrigo de Armani Privé y sencilla pamela a conjunto en un gris suave; la madre de la novia, Carole Middleton, que destacó por su naturalidad y sencillez; Samantha Cameron, la esposa del primer ministro inglés, por su vestido firmado por Burberry; y Marie-Chantal Miller, por su original tocado casi vertical con dos grandes rosas de tela.
