En uno de los post anteriores os hablaba del último desfile de alta costura de Jean Paul Gaultier. Para él, como un homenaje a otra época, el modisto consiguió que desfilaran dos mujeres hoy desaparecidas de los escenarios y las pasarelas, respectivamente. Una de ellas fue la cantante francesa Mylène Farmer que se hiciera famosa a finales de los 80 con la canción Libertine y que fue quien cerró el desfile. La otra, la modelo canadiense Ève Salvail.
La osadía de Salvail de raparse el pelo y tatuarse un dragón chino en parte de la cabeza durante su etapa de modelo en Japón a principios de la década de los 90, llamó la atención de Jean Paul Gaultier quien explotó este look radical de Ève. Pronto se convirtió en una top model dentro del circuito de pasarelas europeas. A Salvail le ha gustado siempre jugar con su pelo. Mucho antes de Agyness Deyn y su corto pelo rubio-decolorado, la canadiense lucía este corte. O se teñía el cabello de rojo o rosa.
Durante su etapa de esplendor, su rostro fue portada de ELLE, Marie Claire o Wired. También ha hecho sus cameos en el cine, apareció en la película de Robert Altman dedicada a los entresijos del mundo de la moda Prêt-à-Porter; en el Quinto Elemento de Luc Besson, donde compartía cartel con otra modelo, Milla Jovovich; y en Zoolander, la comedia de Ben Stiller que ironiza sobre los modelos.
Tras años desaparecida de las pasarelas, Gaultier nos la ha vuelto a recordar. Para su desfile, Ève volvió a lucir esa bella cabeza rapada.