Entre todos los novios de Kate Moss, uno de los menos conocidos por el público en general es el fotógrafo Mario Sorrenti. No me gusta nada hablar de «el novio de» o «el hijo de» porque toda persona debería avalarse a sí misma, más aún, si es un profesional válido por sus propios méritos, como es aquí el caso. Pero, de vez en cuando, hay que recurrir a estas asociaciones para captar el interés.
De la cosecha del 71, Mario nació en Nápoles pero con sólo 10 años se trasladó a Nueva York. Mario empezó su andadura en el mundo de la moda como modelo, y es que al chico no le faltaba físico. Pero, posteriormente, fue virando hacia la fotografía -de moda, también-. Hoy es uno de los fotógrafos que colaboran de forma habitual con Vogue, no importa de qué nacionalidad, sus editoriales pueden verse tanto en el nipón, como en Vogue Paris, Vogue Homme, etc. Y otras cabeceras internacionales de la talla de W, Self Service, V o Purple Fashion Magazine. En ésta, en el número 10, el de otoño/ invierno de 2008 fue protagonista con su antigua pareja, Kate Moss, de una sensual portada -como es norma en la revista-. Mario aparece postrado, desnudo, ante la modelo.
Debido a su ya basta trayectoria, la obra fotográfica de Sorrenti ha podido verse en algunas de las ciudades más importantes del globo: Londres (en el museo Victoria and Albert), París o Nueva York (en el MoMA).
