Foto via harleyandharlett.com

Ante una mujer aparentemente bella, pero de rostro borroso, sólo se puede sentir la necesidad de querer desvelar su cara. Es inquietante, misterioso. Así son las imágenes de Sarah Moon. Parecen sacadas de un album viejo, rescatadas de algún desván. Pero no son tan antiguas, y es que sus imágenes estaban estropeadas, rayadas o ennegrecidas como recurso. Su momento de mayor producción de fotografías de moda rondaría los años 70 y 80, vamos fotos de ayer.

Foto via www.michaelhoppengallery.com

Sarah Moon nació en 1941 en el seno de una familia judía en Vichy (Francia). Antes que fotógrafa fue modelo y lo fue ante los objetivos de nombres hoy tan legendarios como Helmut Newton, Irving Penn y Guy Bourdin. Pero no se sintió nunca del todo cómoda siendo el objetivo de las cámaras. Empezó a hacer fotos de la manera más casual: alguien le prestó una cámara y mientras esperaban entre sesión y sesión de fotos, Moon montaba la suya propia tomando retratos de sus amigos, que también eran modelos. En poco tiempo, estaba creando imágenes llenas de nostalgia para la firma Biba y, después, para Cacharel. Posteriormente, llegarían Chanel, Dior, Comme des Garçonso Sonia Rykiel.

Foto via www.fashionising.com
Retrato de Sonia Rykiel por Sarah Moon. Foto via www.elmundo.es/yodona

Cuando habla de su trabajo, confiesa que no le gusta el retoque, que la belleza no los necesita. Pero no sólo se fija en el rostor, igual de importante puede ser la curva de un cuello, el balance de las caderas, el gesto de una mano. Sarah Moon no es únicamente fotografía de moda, es sólo una pequeña parte de su obra. Su fotografía refleja una visión. Es una nostalgia dulce, algo etéreo, como una sensación, el breve instante en que se produce la belleza. Inquietante, conmovedor. Como las imágenes de Sarah Moon.

Foto via ismellthereforeiam.blogspot.com

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