Hola de nuevo. Hace una semana me marché de vacaciones y la verdad, no me despedí avisándoos del pequeño descanso de estos días. En mi retorno vacacional, venía pensando en que no he dado casi cancha a la moda masculina en el blog y me he acordado de uno de los mayores iconos de estilo masculino de los últimos años, el legendario actor Steve McQueen.
El intérprete americano conocido por películas como La Gran Evasión, Bullitt, Papillon o La Huida. En todos estos films, destaca no sólo por su interpretación sino por su actitud, unas veces fría, pero siempre carismático, y también por su estilo. Se dice que muchas veces era él quien vestía su propia ropa en las películas en las que participaba. Le gustaba la velocidad, ya fuera en coche o moto, y para poner las ruedas a quemar iba con el uniforme requerido: chupa de cuero, vaqueros, gafas de sol, jerseys de cuello vuelto. Un hombre con clase en todo momento.
¿Sus prendas fetiche? Su chupa, la Harrington, pero la original, la Baracuta; las gafas, eternamente Persol; las camisas, las americanas Wrangler, y reloj, un Rolex.
Al ser el hombre con estilo y carisma, se conviritió a finales de los 60 en el prototipo masculino ideal de las jóvenes y no tan jóvenes mujeres de aquel momento. No es, por tanto, de extrañar que, cuando filmó La Huida con Ali McGraw, casada por entonces con el productor Robert Evans, cayera rendida a los pies de McQueen.
