Es la esencia de la modernidad hecha carne en una mujer de apariencia frágil e imbatible fortaleza vocal. Su rostro de niña extraña, atrapa y sorprende. Björk va creciendo sin, por ello, dejar de cautivar a fans y profanos de su música.
Si a mediados de los 90-como os contaba recientemente en un post- el visionario diseñador Hussein Chalayan la vestía para la portada de uno de sus primeros álbumes, Post; o en otro momento, fue musa de McQueen; ahora es Stefano Pilati, director creativo de YSL, quien se ha ocupado del vestuario de la cantate islandesa. Toda la intención de esta unión artística es que el italiano le diseñe a Björk el vestuario de su nueva gira.
Para su próximo tour, que lleva el nombre de Biophilia, la islandesa se ha inspirado en los sistemas planetarios y las galaxias del universo entre destellos estelares. Un punto de partida abstracto para el diseño de cada una de las piezas firmadas por Pilati que Björk luzca sobre el escenario. Unas creaciones formadas por minerales -cristales en bruto- con la idea de transmitir los límites de la materia y la costura. En palabras de la cantante, parece «que hayan pasado millones de años formándose en el interior de una gruta secreta».
Unos diseños, los creados por Pilati para Björk, que trascienden los límites creativos de la moda para dar un paso más allá.