

Si piensas en el verano, ¿piensas en el mar? Pues este año, seguro. Las casas de moda se ha puesto de acuerdo para inspeccionar las profundidades y sacar de ellas toda su inspiración. Visualiza cómo brillan las escamas de los peces, cómo reflejan la luz del sol las estelas del mar en movimiento. Y ahí está la imagen de los tejidos que inundaron la pasarela y ahora lo harán en las calles.
Como sirenas escapadas del agua, se movieron las modelos sobre todo y por excelencia en el desfile de Chanel P/ V 2012, donde incluso la pasarela se transformó en un fondo marino con caracolas, conchas, corales… Cualquier acabado brillante imaginable conforma esta tendencia: lentejuelas, lúrex, cristales. Relucientes organzas de seda o tejidos tecnológicos se vieron en las propuestas de la ya citada maison, así como en Christopher Kane o Marc Jacobs. Estos han marcado la pauta a seguir.



Asimismo han recurrido a los brillos Giorgio Armani, Alexander McQueen o Rochas.


Pero no sólo eso, las tonalidades también cuentan: el azul, el plata o el blanco fulgurante inspirados en un mar que es espejo debido al sol del estío dan unidad a esta tendencia. Aunque otra opción es recurrir directamente a la iconografía oceánica, como hace Versace.




Ya lo hemos dicho, el verano será resplandeciente.

La verdad, la temporada de este verano me ha decepcionado bastante… no sé. Con lo entusiasmada que estaba el año pasado. Este no acaba de convencerme ninguna tendencia.
Besos.
Esta tendencia es un poco complicada para llevar a la calle pero en cambio, los colores pastel me gustan. Pero es cuestión de gustos.
Besos