¿Qué ha pasado en París? Lo primero, el regreso inesperado a la pasarela de la incombustible Kate, cigarrillo en mano, en el desfile de Louis Vuitton. Lo que no consiga Marc… Brilló la firma de McQueen sin Alexander y su sucesora dejó clara constancia de que el legado del imaginativo británico sigue vivo. También fue el desfile de Dior tras la polémica del malogrado John Galliano. Además en París se vieron cosas muy grandes que para eso es la pasarela del chic y el lujo.

En la ciudad de la luz no pasará como aquí que denuncian un espectáculo por salir un actor fumando, allí sale Miss Moss cigarro en mano y es para aplaudir. Fue el colofón final en la presentación de Louis Vuitton que recogía mucho de la imaginería francesa, entiendase vestidos negros con cuellos redondos blancos y zapatitos de tacón de punta redonda. Otros elementos remitían a los uniformes de algún ejército, incluidos los pantalones de la caballería y las gorras. Una paleta de color de lo más vibrante entre granates, azules noche, blanco, crema, etc, barnizados o en grandes paillettes.

 

También ha sido el París de los desfiles de dos enfants terribles sin ellos. La actual directora de McQueen no defraudó a nadie con una colección de reina de las nieves. El último desfile firmado por Galliano ha sido un ejercicio que reafirma -si hacía falta- su genialidad creativa en una especie de repaso de la historia de la moda: desde mosqueteros a la época del charleston o los setenta. Pero esto lo dejamos para mañana.

McQueen
Mosquetera de Christian Dior.

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