Inspiración, los estampados geométricos creados por el ceramista sueco Wilhelm Kage. La colección de Rochas otoño-invierno 2012/2013 está dominada por la espontaneidad. Marco Zanini, director creativo de la firma, se ha dejado llevar por cierto desprecio hacia lo que se considera buen gusto, dando paso a lo personal.
También se dejó llevar por la estética de los años 70 frente a la anterior colección, que estaba dominada por las siluetas de la década de los 50.
Pero volvamos a Kage. Éste era conocido por un tipo de vasijas que tenían un color, diseño y textura únicos, de aspecto orgánico. Y como las cerámicas modernistas del sueco, la colección quedó dominada por tonos cobres, azulados, verdosos. Los estampados también eran evocativos de las obras de Wilhelm Kage, se hicieron a mano en Francia para trasladarse a una serie de tejidos reinterpretados. Quizá sea en estos donde resida -además de en el color- una de las virtudes de esta colección. La casa Bucol, con la que suele trabajar Zanini, ha creado unos tejidos exclusivos colmados de opulencia, como jacquards, brocados y lanas tratadas. En lugar de ceder todo a la tecnología digital, se han usado técnicas manuales para añadir capas a los dibujos, aportando riqueza y dimensión al acabado de las piezas.
Esta colección de Rochas para el otoño-invierno 2012/2013 recordaba bastante a Prada, los jerseys con cinturón, el aspecto intelectual (empollón) de algunos looks, pero sigue la estela estética marcada por Zanini en colecciones precedentes. Da gusto ver cómo crea paletas y juega con ganas para encontrar nuevas texturas.
