La feminidad floreciente de Giambattista Valli también surge en sus pre-colecciones como en la última recientemente mostrada en París. La variedad de siluetas que se presentaron ofrece un abanico de posibilidades a muy distintas mujeres y, por tanto, a sus diferentes gustos. De la más vertical encarnada por smoking al más puro estilo YSL a la trapecioidal línea A de los abrigos.
Las notas de rojo intenso y algunas flores escapadas y escasa en vestidos escapan a la dictadura del negro que, en algún caso aparece en combinación con otro color, como es el caso de una muy femenina camisa de raso azul noche con mangas bombachas.
Los vestidos son un ejercicio de estilo que, como en temporadas anteriores de Giambattista Valli, se convierten en una de las prendas estrella de la colección. Unos, contenidos, que entrarían en el minimal; en contraposición a otros con corte en la cintura y vuelo, que encarnan la seducción femenina. Aunque los vestidos son un emblema de la casa, en esta colección Pre-Fall sobresalen por encima de todo los smoking. Una apuesta por las prendas masculinas adaptadas al contorno de las curvas. Y para cerrar, tres vestidos largos: dos de ellos de inspiración griega con plisado y escote asimétrico, uno en negro y otro en rojo, y el último de encaje negro hasta el suelo con apliques de flores en la cintura y a un lado del cuello.
¿La inspiración de todo ello? Según las notas del diseñador, las fotografías de Helmut Newton en la noche de París. Sensualidad misteriosa.