No hay que juzgar el libro por la portada, pero las revistas sí se compran por la portada. Este mes de diciembre en el quiosco hay un par de ellas que destacan: Vogue París y Vogue España.
Si la asimilación del armario masculino por las mujeres este invierno, la preferencia por el look andrógino es una de las tendencias que más fuerza ha adquirido, la portada del Vogue París es toda una declaración a su favor. El rostro, Kate Moss, reina entre las modelos de la última década. Pero de Kate no hay ni rastro, se ha transformado en el David Bowie de su segunda época, cuando jugaba a la androginia, se hacía llamar Ziggy y fingía haber llegado del espacio exterior. Un giro en las portadas de la nueva época de Vogue París bajo la batuta de Emmanuelle Alt que se estaban centrando demasiado en la modelo guapa, olvidando la transgresión blanco y negro de Roitfeld. Firmada por Mert & Marcus, sin duda, una portada llamativa.
Por su parte, Vogue España mantiene la línea abierta en la portada de noviembre, ¡qué camibo! Escueta en palabras: fuera los titulares que manchaban la fotografía. El mes pasado, era la pareja de fotógrafos formada por Inez & Vinoodh quienes firmaban el desnudo de Natasha Poly, este mes la portada con Dree Hemingway -biznieta del famoso escritor- lleva el sello de Bruce Weber. Y no sólo la portada, también las entrevistas a Dree y a Sean Penn, además de sus retratos a modelos, músicos, talentos y otros personajes de relevancia en el momento actual. Un número que es de colección, un regalo.
