El tiempo pasa y todo cambia. También lo hacen las tiendas, que con el cambio de siglo, hace más de una década han ido evolucionando en su manera de ofrecer productos. Las tiendas de ropa han dejado de ser meros expositores de prendas que están boga para ofrecer muchos productos, como libros, cremas, gafas de óptica, ediciones limitadas de calzado, incluso arte. Se las ha puesto la etiqueta de ‘concept store’. En estos últimos años se están multiplicando como setas.
Una de las pioneras fue Colette, en París. Situada en la famosa calle Saint-Honoré, fue la primera en dar forma a lo que son hoy estos locales conceptuales multimarca, cuando a la moda unió la venta de lanzamientos musicales, productos de belleza, tecnología punta, ropa para niños, piezas de diseño… cualquier cosa que resultara -y resulte- vanguardista o que pertenezca a una edición limitada. Una de sus dos fundadoras, Sarah Lerfel decía en una reciente entrevista que en cuanto algo que tienen se convierte en tendencia, lo retiran de sus estanterías.
Aquí, en España, también podemos encontrar este tipo de tiendas, paradigmática es la madrileña Isolée que bien ha adoptado este concepto. Asimismo podría decirse que la idea de las tiendas de Urban Outfitters es el mismo, en sus espacios reúnen además de colecciones de ropa, objetos decorativos y de regalo de todo tipo. Las ‘concept stores’ más allá de ser espacios donde comprar moda, ofrecen toda una experiencia, un divertimento bajo un concepto de estilo de vida aglutinador.
