Probablemente la primera vez que la viste fue como niña americana convertida en princesa europea, una de la docena de veces que la han puesto en la tele. Pero realmente el papel que le catapultó a la fama fue el de la sufridora segunda secretaria, al principio, sin gusto ni conocimiento de moda, bajo la presión de Meryl Streep en el Diablo viste de Prada. A estas alturas, ya habrás adivinado de quién habló: es Anne Hathaway.
Ella es la nueva chica de Hollywood, el relevo de Julia Roberts. Sin embargo, Anne no es sólo una actriz de comedias, también ha demostrado sus dotes en el nada desdeñable drama La Boda de Rachel (2008). La semana pasada se estrenaba su última película, One Day, traducida aquí como Siempre el mismo día, la historia de una amistad (quizá amor) contada por los encuentros el mismo día año tras año durante 20 años. Sin duda, la carrera de esta nueva «novia de América» es imparable: están en el tintero El caballero oscuro: la leyenda renace, donde encarna a Catwoman, y una nueva versión de Los Miserables. Papeles de éxitos de taquilla, ¿cuál será el papel estrella?
Con tanta película, Hathaway está mucho tiempo paseando por la alfombra roja, demostrando su elegancia. Nunca desentona. Tampoco va mal en el día a día, a veces, saca a relucir su clase.
Además, su estatus de chica del momento queda patente al haberse converido ahora en la imagen de los bolsos de Tod’s.