El invierno, además de venir lleno de color o con aires masculinos, recuperando los 60 0 los 70, es minimalista. Si no, que se lo pregunten a Alber Elbaz de Lanvin y a Stella McCartney.
En la pasarela, Lanvin retornó a sus raíces asumiendo una costura fina y pulida, ausente de todo elemento superfluo. En sí, una colección austera donde el colorido no quiso ser la nota disyuntiva, al menos de día, y se mantuvo en una paleta oscura y monocromática: negro, grises, marrones. A los looks de noche Elbaz les permitió desentonar con un estallido de color pero siempre monocromo en cálido o eléctricos: naranja, fucsia, coral, mostaza…
Por su parte, Stella McCartney fiel a su filosofía del menos es más, presenta para este otoño/ invierno piezas de aparente sencillez pero de perfecta confección. La «complejidad» apareció en forma de un plisado al estilo de Issey Miyake. El minimalismo de Stella jugaba a una dualidad de femenino/ masculino, un poco como la colección de Dolce & Gabbana, pero limada de excentricidad. Sobresalen las blazers oversize y los abrigos de corte masculino. Mucho blanco y negro, notas de azul noche y dorado como guinda.
Si te va este estilo, toma nota: el minimal es monocromático, como en Lanvin, o bicolor, como en Stella McCartney.