En un post reciente, en el que hablaba sobre la revista online Rookie y su editora, la joven Tavi Gevinson, expuse mis ideas sobre el encumbramiento que se hace de jóvenes -más bien, niños- en el entorno de la moda. En una sociedad como la nuestra, donde la precocidad es un valor -aunque lo cierto es que está sobrevalorada-, los adolescentes y preadolescentes se están convirtiendo en muchas ocasiones en el foco de atención de los medios, cuando no creo que sean capaces de asimilarlo. Sólo hay que pensar en ejemplos tan conocidos como el Rey del Pop, Michael Jackson, o el actor Macaulay Culkin, que alcanzaron la fama en la más tierna infancia y fueron incapaces de digerirla, con el agravante de tener unos padres que quisieron aprovecharse de ello.
Obviamente, la edad aporta madurez y es que la experiencia obtenida por el tiempo ayuda a asimilar las nuevas situaciones. Todo esto vienen al hilo de que el pasado viernes (30 de septiembre) se estrenaba en nuestro país Somewhere, el esperado último filme de Sofia Coppola, que tiene como protagonista femenina a Elle Fanning. Elle ha despertado el interés en el panorama internacional gracias a dos de sus últimos papeles, coprotagonista en Somewhere y Super 8 (J.J. Abrams), por su gran talento, además de por su belleza. A sus 13 años, es una niña que despunta por su gran atractivo.
Su presencia mediática debido a la promoción de sus filmes le han hecho ganarse un hueco entre las it-girls del momento. Y en sus apariciones suele destacar por una elegancia juvenil y unos vestidos de tendencia. Lo mejor, nunca va disfrazada, ni de ropa ni de maquillaje. Elle Fanning tiene gusto y estilo -o alguien cerca que le ayuda a educarlo-.
A pesar de la precocidad con la que está viviendo la fama -la alfombra roja que conlleva salidas nocturnas- da la sensación de que no anda tan despistada como otras jovencísimas estrellas de Hollywood. Lo más probable es que con el precedente de su hermana mayor, Dakota, tenga buenos consejos a los que atenerse. Más allá del problema de ser una «niña prodigio», la inusual capacidad interpretativa de Elle le augura un buen futuro en el cine (siempre que sus progenitores no se lo estropeen).
