Por la mañana suelo poner la radio para escuchar la actualidad, pero cada vez más por las mañanas tengo ganas de coger la radio y tirarla por la ventana. Las noticias son desalentadoras: la crisis se agrava, los mercados caen, más países endeudados… El mundo, al menos, el occidental es gris y deprimente. Las propestas se suceden en las principales plazas y calles de ciudades europeas e incluso, en los Estados Unidos, exactamente, en Nueva York, la ciudad más europea de todas. Las reivindicaciones de estas protestas no pasan desapercibidas a los famosos más concienciados, que en las pasadas semanas se han movilizado, como Anne Hathaway en Wallstreet.
La actriz norteamericana, que seguro no está pasando muchas penurias en este difícil momento económico, se solidarizó con los movilizados de la gran manzana y se sumó a sus protestas activamente, pancarta en mano. Para no llamar la atención, llevaba un gorro gris de lana, grandes gafas de sol y, a ratos, una bufanda de cuadros escoceses que le cubría parte del rostro. En su país, ha habido muchas voces que la han criticado por sumarse a esta manifestación pública por tener uno de los cachés más elevados de Hollywood.
El glamour está en todas partes como el de Hathaway en Wallstreet.
