Se ha dicho de él que su mirada sobre las mujeres era machista, opresiva. Las feministas le odiaban. Sus imágenes han sido -siguen siendo- sexualmente explicitas, provocadoras. Obviamente, ante una de sus fotografías nadie queda impávido, pero lo cierto es que su personal universo ha marcado la fotografía de moda y hoy son muchos los que siguen el camino marcado por Helmut Newton.
Newton, nacido Helmut Neustädter en Alemania en 192o, tuvo que huir de la amenaza nazi debido a su origen judío. Mientras su padre sobrevivía en un campo de concentración, su madre ejerció de pilar y fuerza motora de la familia. Como él mismo relata en el vídeo que se puede ver en la exposición en el Grand Palais de París, realizado por June (su mujer), quizá la fortaleza de la figura materna en aquella época le marcó hasta el punto de buscar la amazona perfecta en cada una de sus fotografías, mujeres que muestran la tensión de su musculatura natural. El desnudo no era un tabú. Las mujeres su obsesión. Las referencias sadomasoquistas, un divertimento. Su profesión, así lo decía, voyeur profesional. ¿Qué es lo que podría pedirle a la vida? Hacer un trabajo que le divierta y Helmut lo hizo hasta el final de sus días. Desde su juventud, no soltó la cámara. Le importaba más la composición de la escena, que el virtuosismo técnico.
Sus fotografías siguen sorprendiendo y eso que hace más de 30 años que rompió muchos tabúes. El éxito de sus imágenes lo explicaba así: «Una buena fotografía de moda debe de parecer cualquier cosa menos una fotografía de moda: un retrato, una foto de souvenir, una de paparazzi…»
La exposición Helmut Newton se puede visitar en el Grand Palais de París hasta el 30 de junio. Si vives en la ciudad de la luz o te acercas por allí, aún estás a tiempo.