En este momento están retransmitiendo en televisión la final de Wimbledon 2011 en la que se enfrentan Nadal y Djokovic. Viendo el tenis, estaba repasando mentalmente el estilo estético que va ligado a este deporte, principalmente, la afición que se vivió en los felices años 20 o los de alguna época más «excéntrica» o, al menos, curiosa como los 70.
El tenis moderno se originó en Birmingham (Inglaterra) a finales del siglo XIX y el primer torneo de Wimbledon en 1877 en Londres. Pero es en los años 20 cuando el tenis -como el golf y los deportes en general- ganó popularidad. Lo usual en las canchas era vestir de blanco, costumbre que aún se mantiene en las pistas del torneo londinense.
Seguro que alguno de vosotros ya sabe la relación de este deporte con el polo de Lacoste, para los que no… El famoso polo recibe su nombre del tenista francés Jean René Lacoste, un hacha en las pistas y uno de los Cuatro Mosqueteros, los cuatro jugadores galos que dominaron las pistas durante los años 20 y 30. Tal era su juego y su tenacidad que sus seguidores le apodaron el «cocodrilo», y éste fue el emblema que bordaron en el polo que empezó a usar en 1929. Después de aquello, Lacoste fundó la Sociedad de Camisas Lacoste con su amigo André Gillier y hasta hoy.
Mañana os hablaré de otros jugadores que han marcado un estilo dentro de las pistas de tenis.