Seguimos con el análisis de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Foto: Marco Severini, via www.elmundo.es/yodona

Conocida por sus inconfundible corsés, Maya Hansen ha querido distanciarse un poco de su obsesión angular presentando una colección basada en prendas más ponibles, un tanto más convencionales para lo que nos tenía acostumbrados. Aún así, su obsesión resaltar las formas femeninas estaba presente en las prendas bien pegadas al cuerpo, los tops acorsetados y las faldas con volumen. Al principio, se veía un vestigio de corsé en los cinturones metálicos hasta que aparecieron, en el último tramo del desfile, unos corsés de estructura metálica semejantes a las formas del esqueleto humano.

En esta colección para la primavera-verano de 2013, Maya Hansen ha despertado de un sueño mexicano. En sus rendas, mezcla una iconografía de souvenir plasmada en estampados gráficos: calaveras -como la Catrina de Todos los Santos-, Frida Kahlo, las flores que solía lucir en el pelo, la Virgen de Guadalupe… Todo impregnado de la vibrante paleta de colores propia del país azteca.

Maya ha contado en este desfile con la colaboración de la diseñadora de joyas Patricia Nicolás que ha concebido piezas con el mismo imaginario mexicano. Unos accesorios que redundan en una colección colorista y kitsch. En el verano, se puede.

Collage con las piezas de Patricia Nicolás para Maya Hansen. Foto via www.patricianicolas.com

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