Hace un par de días hablábamos de Marc Jacobs y su camiseta pro nazi retirada de los puntos de venta. También comentábamos las acusacioens de racismo a las marcas participantes en la Semana de la Moda de Londres por las pocas modelos negras que cruzaban las pasarelas. La moda está follonera, eso es evidente, y tras los conflictos de raza y los de los extremos políticos, faltaba el tercer gran pilar: la religión.
Diesel se ha desmarcado con una campaña para su temporada Otoño-Invierno que plantea un tema peliagudo… cuanto menos. La imagen presenta a una mujer semi desnuda, cubierta de tatuajes y tapada con un burka denim (muy cool, claro) acompañado del lema «I am not what I appear to be» (No soy lo que parezco).
No tenemos claro lo que Diesel pretende parecer o ser, pero aunque las voces feministas aplauden el gesto de burla a un elemento opresor pero los sectores religiosos más conservadores no ven con buenos ojos la imagen y en Twitter no han parado de formularse protestas.
El diseñador italo-japonés ya revolucionó el gallinero este verano cuando usó Tumblr para hacer el casting de otra de sus campañas con el objeto de encontrar caras frescas, auténticas, sin los vicios de los flashes y la alfombra roja. «Quería encontrar a personas que reflejaran la diversidad de la comunidad de creadores de hoy y no sólo el típico modelo», explicó el director creativo de Diesel.
Está claro que la provocación es cada vez más tendencia pero ¿crees que Formichetti se ha pasado de la raya?
©Huffington Post