A principios de los 90, en Inglaterra se vivía una nueva ola musical. La metrópoli recuperaba todo su protagonismo como reina primogénita del pop. El brit-pop invadía el mundo con sus bandas: Blur, Oasis, Suede, Radiohead, Elastica, Pulp… Su música conquistaba los corazones de jóvenes, adolescentes y también niños de medio mundo, al menos, de occidente. De todos estos grupos, hoy me quedaría para este post con uno, Pulp, ya que es una de las mayores atracciones para el público del Primavera Sound de este año y porque su líder y vocalista, Jarvis Cocker, es todo un hombre con clase.
Carismático donde los haya, el frontman de Pulp es un buen letrista y vocalista, que siempre divierte sobre el escenario con su postureo vacilón. Disfruta hasta tal punto con la provocación que en los Brit Awards del año 1996 saltó al escenario y se paseó burlonamente en mitad de una actuación de Michael Jackson. Jarvis dijo que fue un acto en señal de protesta hacia Jackson por creerse una especie de salvador.
Aparte de su carácter, está su estilo. El cantante de Pulp siempre va con traje, es un verdadero dandy. Por lo visto, desde los inicios de la banda apostó por una estética uniforme y muy cuidada de todos los componentes. Jarvis es inseparable de sus grandes gafas ocheteras, y ha conseguido que muchas de estas gafotas hayan dejado su escondite de la vergüenza para volver a ver la luz sobre las narices de los más modernos de cada casa. Si es que Jarvis es todo un trend-setter.
Este Primavera va a ver el primer concierto de Pulp reunido de nuevo después de 14 años. ¡Larga vida al brit-pop, Jarvis!
