De tal palo tal astilla. Paloma Picasso porta un apellido de peso y, aunque no se ha dedicado a las artes plásticas como su progenitor, sus cualidades creativas han destacado en otros campos del diseño. Aparte de crear su famoso perfume, Paloma es una soñadora de joyas. Acaba de crear una colección inspirada en la enigmática ciudad de Venecia para la firma Tiffany & Co.
‘Venezia’ es una colección mágica de originales piezas que se dividen en cuatro líneas como si se tratara de un recorrido por la ciudad de los canales. Primero, pasa por las grandes cancelas de hierro forjado que guardan los márgenes del Gran Canal, cuyos arabescos han inspirado la línea Goldoni y las formas de los colgantes de largos collares y pendientes cubiertos de finos diamantes.
Después, Paloma posa su mirada en los faroles que iluminan las estancias de los edificiones venecianos. Así nació Luce, una línea cuyas piezas se componen de hilos que giran en espiral como su fueran esos faroles. Surcando los canales, sus ojos se detienen en los arcos y columnas típicos de Venecia y le inspiran piezas con forma de estrella sobre esmalte azul u oro, además de otras con forma de columnas y arcos, que llevan el nombre de Stella.
El viaje culmina el muelle de las góndolas. La línea Plaina tiene en los postes multicolores donde se amarran las góndolas toda la razón de ser de su colorido y emulan su diseño rayado en anillos, pulseras o pendientes.
‘Venezia’ se compone de piezas de una amplia gama de precios. Quizá no sea tan difícil que (te) cuelgues un Picasso.
