Inaugurados los desfiles de alta costura de París, anoche se presentaba la colección de Chanel bajo un cielo estrellado, el real y el del decorado. El marco perfecto para una colección donde la oscuridad reinaba junto a los brillos plata de las lentejuela.
Opuesta a la anterior colección de alta costura de la casa, que era eminentemente femenina, esta nueva se muestra un tanto más masculina. Olvidando las curvas, los cortes son un reflejo de los que se estilaban en los años 30, mucha falda larga y estrecha. También hay alguna mirada a los 20, adiós cinturas marcadas. Existe una preferencia por los cortes estructurados en unos cuerpos o chaquetas que se amplian profusamente en la zona de las caderas y se superponen a faldas tubo.
Estas propuestas esconden más de un homenaje a la propia Coco Chanel, de hecho, su vida es el hilo conductor de todas las siluetas que se han visto. Como no podía ser de otra manera en Chanel, volvió con fuerza el tejido de tweed pero en sobrias combinaciones de blanco y negro o gris. Para descanso entre tanta oscuridad, ya sea de negro, azul noche o grises, el color frambuesa. Y como complemento unificador el sombrero canotier, eso sí, versión haute couture.
La nueva colección de Chanel alta costura está formada por casi 70 piezas donde la oscuridad se enfrentó a la luz de ciertas pinceladas de blanco, que se pudo ver en algunos vestidos como el broche final puesto por el traje de novia. No hay duda, Lagerfeld mantiene su reinado en la pasarela parisina.
