
Lo bueno, si permanece en el tiempo, es que es realmente bueno. Por tanto, una maleta que ha sobrevivido a las dos Guerras Mundiales, varias crisis económicas y cambio de siglo, es que está muy, pero que muy bien hecha. Globe-Trotter lejos de ser una abuela desbancada por los nuevos modelos de maletas es todo un accesorio de confianza y además, de estilo.
Globe-Trotter es una firma moderna que se mantiene fiel al espíritu heredado de las primeras maletas que crearon en 1897. Fundada en Alemania por el inglés David Nelken, volvió a Inglaterra donde estableció la empresa en 1901. Desde entonces, grandes e ilustres hombres del siglo XX eligieron sus maletas manufacturadas para llevar documentos, como Winston Churchill, la reina de Inglaterra eligió una para su luna de miel y Edmund Hilary llegó al primer campamento base en su conquista del monte Everest en 1953 con una Globe-Trotter.

Más importante que la historia que la acompaña, es el savoir-faire que las hace nacer, manufactura pura. Cada maleta se confecciona individualmente con fibras vulcanizadas compuestas por capas de papel bien protegido. Son características sus asas de cuero y esquinas reforzadas, imagen icónica de estas maletas.


Si tu alma es aventurera y vintage, estas son tus maletas de viaje.