
Ninfas envueltas en luz nebulosa. Chicas sentadas en los tablones de un muelle junto al río o caminando por una carretera solitaria acompañadas de una bicicleta, imágenes oníricas e inocentes, pero también una pareja de chicas semidesnudas (o desnudas por completo) en actitud erótica. Los dos polos se dan en la fotografía de David Hamilton (15 de abril de 1933), aunque la que predomina es la de las mujercitas desnudas.


Fotógrafo y director de películas, Hamilton se hizo famoso en los 70 gracias a su estilo único, muy onírico, de contraluces matizados, grano marcado, colores suaves.

Inglés de nacimiento y francés de adopción, David Hamilton se vio sorprendido por la II Guerra Mundial cuando era estudiante y se tuvo que trasladar al campo. Pasó un período en Dorset, cuyo ambiente campestre ha inspirado sus fotos hasta hoy. Autodidacta, con 20 empezó a trabajar como diseñador gráfico para Peter Knapp (fotógrafo suizo y director artístico, entre otras cosas) en la revista ELLE. Después trabajó en la revista Queen en Londres y cuando su fotografía se hizo más conocida, publicó en Réalités, Twen y Photo.
Su inconfundible estilo suave y «etéreo» se volvió a poner de moda recientemente, apareciendo fotos con sello hamiltoniano en Vogue, ELLE y otras revistas del sector. Pero su influencia ha llegado más lejos, de las revistas a los catálogos: por ejemplo, las imágenes del look-book de Pull & Bear del pasado verano tenían una inspiración palpable en las imágenes del británico.



A pesar de la gran belleza de sus imágenes y de una indudable calidad técnica y originalidad temática (nos referimos en los años 60 y 70), las fotografías de David Hamilton han sido motivo de polémica porque algunos ojos las han juzgado como pornografía infantil. Sin embargo, prima la idealización antes que la exhibición sexual. Con todo, David Hamilton -que ha publicado decenas de libros y filmado cinco películas- es uno de los mejores fotógrafos de las últimas décadas del siglo XX.


Creo que es referencia obligada para el estudio de ls fotografía es un verdadero maestro independiente de lo que crean los moralistas