Admiramos a Dries van Noten. Más bien, lo veneramos, por muy exagerado que pueda sonar. El belga, uno de los seis de Amberes, es un maestro como pocos existen hoy en el mundo de la moda. Intelectual y meticuloso, concibe colecciones que son pequeños retazos de arte en movimiento.
En la semana de la moda de París el pasado 29 de febrero presentó sus colección para el otoño-iniverno 2012/ 13. En un primer vistazo, parece una colección dedicada al pañuelo hecho ropa, debido a los estampados en seda. Pero se trata más bien de una oda al estampado y, concretamente, al estampado oriental, dándose la mano la inspiración japonesa, china y coreana.
Llaman la atención las múltiples versiones de abrigo de corte masculino (sello de la confección del belga), sin botones. Adiós cierres. La manera de aferrarlos al cuerpo es con cinturones.
El orientalismo también está presente en los pantalones estilo Hakama y en los kimonos, sutiles, escondidos bajo abrigos. En esta colección, juega a las superposiciones: pantalón más vestido.
Sobre el fondo negro, planean el naranja, el turquesa, el blanco, el verde y ocres. Los estampados de inspiración oriental (dragones, garzas) aparecen en una composición reiterativa, a cortes.
Dries van Noten sabe equilibrar el brillo de las telas y el colorido de los estampados haciendo una colección serena.