Los ricos tejidos de seda, los cuidados bordados, los largos flecos, lo estampados de flores con aires de tierras lejanas… la herencia estética de Oriente está en boga.

El esplendor de la moda de los imperios del sol naciente vuelve a conquistarnos. El desfile de Primavera/ Verano de Louis Vuitton nos abrió los ojos y dejó boquiabiertos. Un despliegue de telas maravillosas, lujo en estado puro, como la sofisticación en satén de seda. Hubo sitio para los vestidos kimono que realzan la silueta, sobre todo, las piernas como los de la película de Won Kar Wai ‘Deseando amar’. Unos looks orientalistas para transformar a las mujeres de Occidente y transportarlas mentalmente al país de la flor de loto, a un tiempo de opulencia. El diseñador de la casa, Marc Jacobs lo explicaba así «básicamente, no quería nada natural. Quería que todo fuera demasiado estilizado».

En la calle, también se va dejando ver. Oriente viene representado por los kimonos en versión chaqueta corta o larga tipo batín, como prendas de entretiempo, para culminar con elegancia incluso el look más casual. Además de las formas, están también los motivos chinoiserie, inspirados en las vajillas y piezas de porcelana del enigmático oriente, impresos en todo tipo de prendas.

Abrigo-bata de aire oriental. Via The Sartorialist.
Chaqueta kimono de Zara.

Tomen nota: flores de estilo oriental, brillo satinado y cortes chinescos.

Un comentario sobre “Nostalgia chinesca”

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