

Con permiso de ‘Muchachada Nui’ (¿o era la época de ‘La Hora Chanante’?) y don Francis Ford Coppola. Que nos disculpe el segundo, que aunque es uno de los mejores directores del cine americano de finales del siglo XX, su hija le roba en este post todo protagonismo y es que hablamos de ella como icono de moda, no como directora.

Si menos es más, Sofia Coppola es la encarnación de este ‘slogan’. Su estilo sin excesos, más europeo que americano y un poco ‘preppy’ destaca por su sencillez y buen gusto. Hace tiempo, hacíamos un hueco en nuestras líneas a su boda en Italia con el cantante francés Thomas Mars (Phoenix). En esa ocasión, la directora de cine nos sorprendía saltándose el protocolo con un vestido corto -a la rodilla- de gasa en color malva, eso sí, de Azzedine Alaia.

En los estrenos, siempre acierta. Su prenda fetiche, el ‘little black dress’ o algún vestido sencillo monocolor. Suele ser fiel a Chanel. Para las demás ocasiones, en el día a día, ¿su combinación estrella? Vestido o pantalones capri y jersey, y a los pies, unas bailarinas. Su mix favorito: el blanco y negro. Resulta además muy natural, la cara siempre limpia o con un ligero maquillaje de lo más fresco.


Aunque su estilo le ha de venir de la cuna, no debemos olvidar que es íntima de Marc Jacobs y quizá éste le haya dado más de un consejo. Aún así, Sofia Coppola es un buen ejemplo de corrección y elegancia.
