García, un apellido tan español que puedes asociar con amigos, compañeros de estudios o trabajo. Pero si te digo, García vinculado a la moda -si estás muy puesta/o- puede que se te dibuje en la mente un zapato. Efectivamente, te hablamos de Pedro García, el cazado con más carácter nacido de las manos de una familia de Alicante.
Su historia se escribe en tres generaciones, tres Pedros que han hecho crecer esta marca hasta el punto de internacionalización en que se encuentra hoy. Antes que nada, zapateros, han sabido unir, con el paso del tiempo, la tradición a la vanguardia. El primer Pedro de la saga inició el negocio en 1925, en Elda (Alicante), con un taller de calzado para niños que a los tres años era masculino. Posteriormente, en la década de los 50, su hijo tomó las riendas y especializó la firma en calzado de mujer. A finales de los 60, vendía a los mercados más importantes y aparecía en las mejores cabeceras, como Harper’s Bazaar y Vogue.
Hoy, el tercer Pedro de los García, formado en las mejores escuelas de moda -Ars Sutoria de Milano y el Fashion Institut of Technology de Nueva York- es el director artístico de la firma junto a su esposa Dale Dubovich. Es una marca referente en los zapatos de lujo. Pero un lujo, cuya filosofía de diseño, les ha posicionado en el segmento más experimental. Sus diseños van siempre un paso más allá, en Pedro García buscan esa vuelta de tuerca que los diferencia del resto de zapatos en el mercado.
