Jean Paul Gautier encarnó una parte muy importante de la esencia de los años 80 -en nuestro imaginario vivirán por siempre los conos del corsé de Madonna que él creó-.
Y el regreso al pasado de hace 30 años vino inspirado por la parte más dura de la década: el punk. Eso sí, muy diluido, presentado de una manera elevada, por algo se trata de la alta costura. Por lo visto (leído en la crítica de Tim Blanks en Style.com), a la llegada al desfile sonaba la versión de «My Way» de Sinatra por Sid Vicious. Evidenciaban esta temática punk las crestas coronando las cabezas de todas las modelos, incluida la que cerraba el desfile, como siempre, con el traje de novia. Éste en el protocolario blanco, sí, pero un tanto subersivo con transparencias y guantes largos y tul de color negro.
Los cortes maestro de Jean Paul aparecían en cada uno de los looks: todo tipo de vestidos, faldas combinadas con chaquetas pefectas, vestidos imaginativos… Todo corte y confección. La oscuridad del negro dictó la nota común de esta colección de alta costura donde el humor y el carácter francés del enfant terrible no pudieron faltar. Así el broche final del desfile lo puso un cancán. Maneras de reinventarse y el espectáculo de la haute couture.
