Ya se han dado por inauguradas las fiestas navideñas, y es que se puede decir que empiezan en cuanto se celebra la ineludible cena de empresa. Luego vienen las cenas con los amigos, los parientes, los parientes de los parientes… Así hasta que pasan las fechas en rojo. Previa a la cena surge la pregunta de siempre: ¿qué me pongo? Pues un little black dress.

Todas las temporadas los diseñadores hacen un hueco en sus nuevas colecciones a los vestidos negros, cada uno a su manera, marcando su personal estilo. Es la prenda esencial en todo fondo de armario. El vestido que impuso Chanel (la petite robe noire), símbolo de un nuevo chic parisino, se empezó a usar como vestido de cocktail pero que se ha quedado para siempre porque salva la indumentaria femenina tanto para momentos especiales como diarios. Por ejemplo, en un día de trabajo en que la pereza y el sueño matutinos no nos permiten pensar en un look original o combinar la ropa que tenemos.

Una joven Catherine Deneuve en un petite robe noire.

Aunque el color es el mismo -el negro-, las opciones son infinitas. Viendo las propuestas de la pasarela para este invierno: el little black dress en versión minimal, romántica, estructurada, fifties… se puede tomar la inspiración para buscar uno acorde al estilo y la personalidad de cada una. Para no caer en la monotonía, combínalo con diferentes complementos, y con estos, si no quieres ir monocromática, añade notas de color. No dudes en recurrir al camel, el tono de la temporada. Y el look para los banquetes de esta Navidad, ¡solucionado!

De aire romántico de Bottega Veneta.
Vestido con transparencias de Chloé.
Propuesta de Gianfranco Ferrè.
LBD en versión arriesgada con apliques dorados de Balmain.

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