Este verano hay muchas posibilidades a la hora de elegir calzado en cuanto variedad de formas, colores y alturas.
Por un lado, se llevan los zapatos o las sandalias del estilo de los años 70: los zuecos de madera, las cuñas de corcho o madera altísimas… Hace tiempo os hablaba de la colección de Marc Jacobs para este verano inspirada en la estética de Taxi Driver, y ésta es una de las tendencias más fuertes que, por supuesto, va a influir en el look de nuestros pies.
Por otro lado, pasamos al extremo contrario: con los pies en el suelo. Las bailarinas no se van porque son el comodín perfecto para cualquier día, para el trabajo, el paseo o como complemento de un bonito vestido para salir. La comodidad que hace los pies bonitos. También se llevan las sandalias ultra planas, a ras de las aceras. Las romanas mantienen su reinado pero con el añadido de detalles que las enriquecen como cadenas o trenzados. Otro estilo: se llevan las tiras gruesas y cruzadas, y las abontinadas. Sandalias todoterreno para trotar sin parar.
En cuanto a color, siguiendo el dictado del color blocking los zapatos se mimetizan con fluorescentes y tonos saturados: morado, azul eléctrico, fucsia, amarillo ácido… Apunta: no es cuestión de combinar, sino de hacer contrastes (manteniendo el buen gusto).