Su primer papel protegonista lo tuvo a los trece años, ha estudiado en Harvard, es judía nacida en Israel, acaba de ser nominada a los Globos de Oro y es la nueva imagen de los perfumes Dior. No es la típica estrella de Hollywood. Natalie Portman no se ajusta a los parámetros de la actriz de flashes y alfombra roja.
Ha hecho todo tipo de papeles: Amidala en la nueva saga de la Guerra de las Galaxias, películas para toda la familia como Mr. Magorium y su tienda mágica, carácter de cómic, comedias románticas, y papelones como el de Closer. Ahora queda comprobar su último reto interpretativo que aún no se ha estrenado en nuestras salas: Black Swan de Darren Aronofsky. En este film interpreta a una sufridora bailarina enfrentada a otro ego. Por lo que dice la crítica es el papel de su vida, y por eso, acaba de ser nominada a los Globos de Oro. Ganas de que aterrice en nuestras pantallas.
Ahora pone rostro a los perfumes de Dior. Lo primero será la campaña de Miss Dior Cherie. Natalie es natural, sencillamente elegante. Una mujer que se ha podido rapar el pelo al uno y al tiempo seguir siendo de las más bellas. Su estilo -que imagino será como en muchas actrices aconsejado por una estilista profesional- es muy femenino, nada agresivo, romántico. Otra actriz más que cede su imagen a una firma de moda y belleza.
