New York Fashion Week. Ayer desfiló Rodarte, una de las firmas neoyorquinas que más expectación me produce. Las hermanas Mulleavy pusieron dos de los lienzos más famosos de Vincent van Gogh en movimiento: Los Girasoles y La noche estrellada.
Con estas pinturas como base de la colección, la paleta estaba clara: amarillo (y dorado), verde (un verde pistacho en muchas ocasiones), turquesa, azulón y morado. Pero el arte del pintor post-impresionista no ha sido la única inspiración de estas dos diseñadoras. Según la crítica de la web style.com, la Bella Durmiente es el otro punto de partida. Y es que las hermanas Mulleavy habían quedado atrapadas por los verdes y púrpuras de la película de animación de Disney de 1959.
Esta colección para la primavera/ verano 2012 tiene un toque kitsch debido a los estampados de las pinturas de Van Gogh -como si fueran las típicas postales de souvenir- y ciertos elementos como los brillos metalizados, las capas de tul o gasa con cenefas bordadas. Los vestidos largos de aires setenteros aportan una nota onírica. Frente a los 70, la década de los 50 representada por unos vestidos de faldas con volumen, cinturas marcadas y hombros construídos o los conjuntos de pantalón capri y top estructurado.
Una colección naïf, dulce. Quizá por ser una línea menos adulta que en propuestas anteriores en el front row se viera la nueva hornada de jovencitas celebrities y trendsetters como Tavi Gevinson, las hermanas Dakota y Elle Fanning, Saoirse Ronan o Rooney Mara.
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