

Llegamos con un poco de retraso porque el cumple del ‘White Duke’ fue el pasado 8 de enero pero no queríamos dejar pasar la oportunidad para repasar con esta excusa su estilo. David Bowie, el camaleón con mayúsculas ha influido en un gran número de cantantes y no sólo musicalmente y ha dejado su huella en la moda.

Empezó su carrera siguiendo la estela de los Beatles, muy influido también por The Who. Lo suyo era por entonces el estilo mod. Pero pronto viró el timón para encontrar su propio yo o desu alter ego. Primero, saltó a un estilo musical más folk al que se fue adaptando su estética, levitas post-hippies y prendas de estampados folk. Poco a poco, con el cambio de su música hacia el glam rock, su estética se polarizó, la excentricidad era su ropa de diario y también su pijama. Le cogió el gusto a la androginia. Su delgadez ayudaba mucho a esconder sus rasgos masculinos. Parecer una mujer era divertido, incluso resultaba sexy. La ropa pegada, de colores llamativos, las plataformas, su pelirrojo naranja cortado creando una cresta con coleta… todo le hacía único. Y encontró a su alter ego, Ziggy Stardust, e hombre que cayó en la tierra. Pero antes de ser devorado por el monstruo que él mismo había creado, decidió matarlo en el escenario.



David Bowie quedó liberado de la cárcel de Ziggy, se recuperó a sí mismo. Apareció el Thin White Duke, una nueva mirada al gentleman británico. Después, vino el viaje a Alemania, la etapa de Berlín, seguir experimentando, hacerlo con Iggy Pop.


Hoy es todo un gentleman inglés, dedicado a su familia, aunque de vez en cuando se deja ver de la mano de la mano de su esposa, la modelo Iman, vestido como un verdadero dandy.
