En 2006, debutó con su primera colección, bajo el nombre de su propia marca, y en tan sólo dos años el premio del Fashion Group International’s Rising Star y fue nominado al galardón de la Fundación de Moda de Vogue. ¿Suerte? No, Jason Wu es un talento que ha trabajado mucho y a conciencia para llegar donde está.
De niño quería aprender los entresijos de las telas y lo consiguió cuando su madre le compró una máquina de coser. Ahí, empezó todo. Aprendió a coser usando muñecas como maniquíes y debido a las pequeñas dimensiones de estos, el diseñador afinando en detalle sus creaciones. Muy pronto, con 16 años, se puso a diseñar ropa para muñeca para Integrity Toys y un año después le nombraron director creativo de la compañía. Después, se formó en la escuela Parsons de diseño e hizo sus prácticas en Narciso Rodriguez.
La filosofía de Wu se resume en construir «una prenda desde dentro hacia fuera». Para ello, se apoya en la artesanía entendida de una forma tradicional pero con una sofisticación moderna, actualizada. Se guía por la perfección en sus colecciones por lo que empieza a trabajar en ellas 5 o 6 meses antes. El 90% de las telas se producen en Italia y Francia y son diseñadas en exclusiva para Jason Wu.
Su ascenso al estrellado -digamos a los medios- se produjo cuando Michelle Obama recién convertida en la Primera Dama de los Estados Unidos apareció en el baile presidencial con un largo vestido de gala blanco de Jason Wu. Desde entonces Mrs. Obama ha sido fiel al diseñador.