Este invierno hay dos tendencias que han triunfado, primero, en la pasarela y, ahora, en la calle: una, de color, el camel, ya sea en un look monocromo o con detalles de accesorios; y otra de silueta, la de los años 50, cintura marcada y formas ultra femeninas.
La primera, lo estáis viendo en las calles: el camel es el color dominante de la temporada. Ha invadido los escaparates, las tiendas y las calles. Esta temporada el camel es el nuevo negro. Empezando por una gabardina básica, o un abrigo de cashmire estilo bata (con cinturón sin hebilla, para atar con nudo). Un desfile paradigmático fue el de Chloé de la mano de Hannah MacGibbon donde este tono de beige brillo por su abundancia. El total look prevaleció en conjuntos de pantalón, camisa, abrigo. También las colecciones de Otoño/ Invierno 2010-2011 de Balenciaga, Lanvin o Dries Van Noten se han construido con esos toques indispensables de camel.
Y vuelve a regresar el estilo fifties, de mujer de curvas voluptuosas. Aunque me pregunto si han dejado de estar de moda porque ha estado de moda varias temporadas aunque no de una manera tan clara y completa como ahora: cinturas marcadas, faldas a media pierna, mucho volumen y curvas. El que ha dictado con más fuerza está línea de curvas ha sido Marc Jacobs diseñando la colección de Louis Vuitton. La inspiración que se esconde: una de las series con más adictos en todo el mundo y que gana adeptos cada día: Mad Men. Los publicitarios de finales de los 50, viviendo a tope the american way of life y el comienzo de su declive, son los protagonistas de esta serie, y también sus mujeres y secretarias. Éstas se han convertido en el objeto de copia de Jacobs. Prada, entre otras, se apunta al volumen fifties. Personalmente, me gusta, la feminidad que transmite; sin embargo, resulta poco práctico para la vida de hoy, las prisas en el metro con tacones y pesadas faldas de capas, no son buenas.
¿Con cuál de estas dos tendencias os quedáis?