
Primavera, pistoletazo de salida de los festivales musicales. En España, el esperado Primavera Sound en la costa de Barcelona, o el Sónar también allí. Pero cada vez son más las ciudades y pueblos que se suman a la tendencia de crear un cártel con grupos patrios y un cabeza extranjero para atraer a un turismo joven. Estos festivales de público ecléctico hace tiempo que fijan la atención de los medios de moda.
Por ejemplo, el más fashion hasta el momento ha sido el de Glastonbury (en Pilton, Inglaterra) cuya fama creció como la espuma entre los menos groupies gracias a la asistencia de Kate Moss, que tenía en el festival una de sus citas ineludibles del año.

Y es que para modelos, actrices y otro tipo de gente con fama y alcurnia, ya no son sólo los desfiles, festivales de cine, alfombras rojas de premier o galardones, los lugares donde dejarse ver. Los grandes festivales de música en los que se mezclan los grupos indies con los míticos de rock forman parte de la agenda social. Uno de los encuentros más adelantados de la temporada festivalera ha sido el de la costa oeste de los Estados Unidos, el de Coachella. Allí se han dado cita actores y actrices como Kate Bosworth, Diane Kruger e Isabel Lucas o también la modelo Alessandra Ambrossio. Sus looks llaman la atención de los objetivos de muchas revistas, y se convierten en reflejo claro de las tendencias más fuertes de este verano. A tomar nota, supongo.
