
Asociación libre de palabras con Escocia. Un, dos, tres, responda otra vez. Cuadros escoceses, whisky, el kilt, los Highlands, la lluvia, el verde, los castillos… Podríamos seguir. ¿Y en moda? Yo digo Pringle of Scotland.
Pringle es sabor añejo rescatado, rediseñado y reconcebido. Nacida en 1815, Pringle of Scotland está reconstruyendo su identidad apoyándose en la colaboración de talentos punteros en un esfuerzo por unir la marca a la comunidad creativo-artística. De ahí, sus campaña de este Otoño/ Invierno 2010 donde aparece la oscarizada Tilda Swinton y el artista ganador del premio Turner en unas fotografías firmadas Ryan McGinley. Campaña que repite con la extraña belleza de Swinton y las imágenes de McGinley.

A la cabeza creativa, la diseñadora inglesa Clare Waight Keller, responsable de transformar la herencia de Pringle of Scotland en una marca contemporánea. Con un admirable curriculum, y destacando por su innovador tratamiento de las prendas de punto, ha ido reinventando la firma desde que fuera nombrada directora creativa en 2005, tras haber estado desde el año 2000 a las órdenes de Tom Ford en Gucci junto con Francisco Costa y Christopher Bailey. Inmejorable compañía.
Con su buen bagaje, está dando forma a unas colecciones de estética novedosa y contemporánea, contenidamente llamativas y muy bien construidas. Recuperando el punto, la lana, los tejidos característicos de las tierras escocesas y de la casa, está sabiendo acercarla a los nuevos consumidores, sin olvidarse de los clientes de siempre: los jerseys (jumpers) y conjuntos de punto de jersey y chaqueta muy de los años 50 siguen confeccionándose en multitud de colores.

Recientemente, se presentó (ya) la colección Pre-Fall 2011, una pequeña muestra de 24 looks que adelanta lo que será la próxima colección de Otoño/ Invierno en un afán de no dejar descansar la creatividad ni la producción. Aquí Waight Keller, revisando los archivos de la casa, ha concebido una línea creativa, al tiempo que contenida, con un punto retro y de una paleta natural, con añadidos de negro, coral o turquesa, y con unos tejidos cálidos (para hacer frente al clima Escocés o el de cualquier lugar en invierno) como cashmere, tweed y lana. ¡Me ha encantado! Si queréis ver la colección completa, aquí.

