

Hace un par de días hablábamos de la genuina y rara belleza de la jovencísima Lindsey Wixson cuyos sobredimensionados rasgos llaman la atención tanto como el hueco entre sus dos dientes. Pero ella no es la única en el firmamento de las pasarelas que sobresale, entre otras cosas, por un encantador defecto en la dentadura. Lara Stone ha reinado llevando como bandera una sonrisa graciosamente imperfecta, además de una exuberancia seductora. Otra joven que despunta ahora como imagen del nuevo perfume de Diesel ‘Loverdose’ es Ashley Smith, quien pasea orgullosa en los desfiles de Vivienne Westwood o Chanel luciendo las distancia de sus dos «paletos». También Giorgina Jagger -sí, su apellido indica que es hija del líder de los Stones-, que siguiendo los pasos de su madre Jerry Hall quiere hacer de la moda su oficio.

Antes que ellas, otras dejaron ver que no tenían ningún complejo por su dentadura: la sutil separación en el caso de la bella Brigitte Bardot, o más acusada en Lauren Hutton, quien se hiciera famosa por haber sido la primera modelo en firmar un contrato con una marca de cosméticos. De otra generación la modelo, actriz y cantante Vanessa Paradis.


Los defectos bien llevados pueden ser encantadores.