La mayor parte del tiempo se atiende tanto a las casas más famosas del mundo de la moda que acaparan los grandes titulares y el espacio mayoritario del papel couché, que se nos olvidan otras muchas firmas que también tienen mucho que contar. Justo esta mañana he vuelto a caer en esta reflexión cuando, echando un vistazo en una tienda, me han enseñado parte de la colección de este verano de Tibi. Esta firma americana, que desfila en Nueva York, tiene toda la esencia de las firmas estadounidenses, diseño de calidad, máximo confort y unos cortes que sientan como un guante. Nada excesiva, tampoco lujosa, salvo el lujo que puede ser un buen tejido y un mejor patrón.
Tibi refleja en minimalismo del otro lado del charco, ese menos es más que subraya los dones del cuerpo que lo lleva. Sin embargo, esta mínima expresión deja espacio a los colores, brillantes en la actual colección primavera-verano 2012, y estampados. Los tejidos, como decíamos, delicados y con caída, seda, crepe de china…
Detrás de Tibi, está Amy Smilovic. Esta estadounidense con ascendencia artística -tanto su padre como su abuelo eran artistas-, siempre obsesionada con el estilo, se dedicó primero a una carrera publicitaria hasta que trasladaron a su marido a Asia a finales de los 90 y vio que era el momento ideal para crear su propia firma de moda. En el año 200o, volvió con su familia a los Estados Unidos y allí tiene ahora su centro de operaciones, donde crea moda sencilla, que no simple, con todo lo necesario para sentar bien.
Lindos vestidos.
Muy bonitos, ¿verdad?
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