

Nunca he sido muy de joyas, supongo que con ellas me veo mayor y también que en alguna época he tendido a llevar pendientes exageradamente grandes y ya no me apetece ponerme nada. Pero cuando das con unafirma como Dear Charlotte, te puedes reconciliar con la joyería. Su nueva colección está inspirada en Versailles, en los dorados y colores empolvados de palacio. Como se puede leer en la página web del Vogue Francia, la diseñadora Vanessa Pinoncely ha creado para esta nueva línea brazaletes, piedras de colores empolvados en cabujón colgando de finas cadenas, pequeños medallones con grabados, pendientes de aro y otras piezas perladas.


Esta firma de joyas -Dear Charlottte- recibe su nombre en honor a la hija de Pinoncely quien se inspira en la elegancia de la reina francesa Maria Antonieta o en otros momentos, en las emperatrices del período napoleónico, de ahí, sus líneas nombradas Joséphine o Eugénie, e incluso se ha llegado a inspirar en la figura del más famoso monarca galo, por eso, la línea Roi Soleil (El Rey Sol, o lo que es lo mismo, Luis XIV).

¿De dónde viene Vanessa Pinoncely? Esta ex-chica Vogue Paris, desarrolló toda su pasión por las joyas antiguas tras seis años en el departamento de joyería de la cabecera francesa. Después, se coló en los míticos talleres de joyería de la Place Vendôme para empaparse del trabajo centenario que allí se hace con el saber transmitido de generación en generación.
Unas piezas con aires retros y asequibles (25€ y 120€) que por ahora se venden en París, pero, por suerte, también a través de la web de Dear Charlotte. Pequeños objetos de deseo para caer en la tentación.
