
Se acerca la Navidad y con ella el fin de año y es entonces el momento en que mucha gente se plantea un cambio de look. Suele haber dos opciones: corte o color, aunque también se pueden dar ambas.

Por supuesto, si ahora tienes una larga melena, mayores son las posibilidades de elegir entre distintos cortes. El preferido de la temporada es el bob, un largo que se viene imponiendo en cuanto a tendencia de cabello desde hace unas cuantas temporadas, y es que es atemporal y versátil: se puede llevar bien tanto suelto como recogido. Además, se puede optar por la raya en medio o la lateral marcada y por el liso, las ondas o volumen.


Otra opción de corte para las que no tengan ningún miedo es el ultra corto, como el denominado pixie que luce la actriz Michelle Williams y que está inspirado en el corte de pelo que Vidal Sassoon le hizo a finales de los 60 a Mia Farrow para su papel en la Semilla del Diablo de Roman Polanski.


Si no te apetece un cambio de core de pelo, pero sí jugar con el color, toma nota de una de las tendencias de la temporada: la evolución de las mechas californianas en lo que se llama ‘ombré hair’ con las puntas en contraste con el resto del cabello, como un degradado pero más radical. Se trata de una coloración que pretende imitar el efecto natural que produce el sol en nuestro pelo durante el verano cuando vamos a la playa, un efecto de puntas decoloradas que proporciona mayor luminosidad al cabello y al rostro. Se pueden aclarar sólo las puntas o cambiar la tonalidad del pelo y en función de ello, ir cambiando el tono en degradado.

